Las causas reales de una situación cada vez más compleja
Barcelona vive una crisis crónica de vivienda de alquiler. Encontrar un piso disponible es, para muchos, una carrera de obstáculos casi imposible de evitar o de superar. La situación está marcada por precios elevados, escasa oferta y condiciones de alquiler cada vez más exigentes.
Pero… ¿Por qué sucede esto realmente? Desde Assessoria Borén, con décadas de experiencia en la gestión de comunidades y ahora también de alquileres en el barrio de Horta, te explicamos las causas de fondo de este problema que afecta a tantos barceloneses y barcelonesas.
1. Falta de seguridad jurídica para los propietarios
Las constantes modificaciones legislativas (como los límites en los precios o las nuevas normativas de la Ley de Vivienda) han provocado que muchos propietarios decidan no poner su piso en alquiler. El miedo al impago, los procesos judiciales largos y costosos, o la imposibilidad de recuperar el inmueble fácilmente son motivos habituales.
2. El crecimiento de los alquileres turísticos y temporales
Posiblemente, esta sea una de las causas que más impacto tiene en la actual crisis del mercado de pisos de alquiler en Barcelona. Porque, aunque el Ayuntamiento de Barcelona ha impulsado medidas para reducir las viviendas de uso turístico irregulares, todavía hay muchos pisos que escapan del mercado de alquiler habitual. Algunos se alquilan por temporadas cortas a profesionales, estudiantes internacionales o empresas, a menudo con contratos de entre tres y once meses que resultan mucho más rentables que el alquiler residencial tradicional.
Este cambio de uso tiene un impacto directo en el parque de vivienda disponible para vecinos que buscan estabilidad. Además, en barrios como Horta, donde antes predominaba un mercado de alquiler local y familiar, cada vez es más habitual ver pisos reformados con el objetivo de captar este perfil temporal, lo que contribuye a tensar aún más la demanda.
3. Falta de incentivos y fiscalidad desincentivadora
Alquilar un piso debería ser una opción atractiva para cualquier propietario, pero la realidad es que los números no siempre cuadran. La carga fiscal es elevada: IRPF, IBI, impuestos de transmisiones, plusvalías… Y a eso se suman los gastos de mantenimiento, seguros, morosidad o posibles daños en el inmueble.
Además, las ventajas fiscales para los propietarios se han ido reduciendo o complicando, y muchas bonificaciones quedan condicionadas a requisitos difíciles de cumplir o a una normativa que cambia constantemente. Sin un marco estable y beneficios claros para el alquiler a largo plazo, muchos propietarios optan por otras vías —o simplemente dejan la vivienda vacía.
4. Oferta congelada por la incertidumbre
Muchas viviendas están vacías por prudencia o desconfianza. Otras están pendientes de reforma, de procesos hereditarios o de ventas. Mientras tanto, la demanda crece exponencialmente.
5. El efecto «presión social» y la desconfianza mutua
La polarización del debate social sobre vivienda genera un clima tenso entre propietarios e inquilinos. Esto hace que muchos opten por no participar: «mejor dejar el piso cerrado que arriesgarme», piensan algunos.
¿Qué podemos hacer?
Desde Assessoria Borén acompañamos a propietarios para que puedan poner su vivienda en alquiler con tranquilidad y seguridad. Hacemos una gestión integral: desde la redacción del contrato y la selección del inquilino hasta el cobro, el seguimiento y la resolución de incidencias.
Con buenas prácticas y asesoramiento profesional, se puede volver a activar la oferta de vivienda y generar confianza.
¿Estás pensando en poner tu piso en alquiler pero tienes dudas? Contacta con nosotros y te ayudaremos. assessoriaboren.com